Cuando con el tiempo, con el paso de los días, vas
conociendo a personas, te tienes que acostumbrar a saber que no serán
perfectas, que tendrán sus errores, tanto cómo tú los tienes. Nadie es
perfecto. Excepto esa persona para nosotros. Sabemos que tienen errores, y los
aceptamos igual que aceptamos sus virtudes. Los queremos tal y cómo son, si no
fuera así, para nosotros no sería perfecta. Puede que muchas de esas
imperfecciones no nos demos cuenta, tal vez el amor por ella nos ciega y porque
no queremos darnos cuenta de ello.
Pero muchas veces hay que dejar el amor a un lado, dejar de
lado eso que nos ciega y estar en un lado, en el lado cómo si no sintiéramos
nada por ella, pensar porque la queremos y por qué la hemos decidido, que sea
la persona con la cual compartir algo de nuestra vida.
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