Corazones latiendo

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Eres uno más.

Fui estúpida por llorarte, fui estúpida por creer que tú serías diferente, fui estúpida por creer en cada una de tus palabras, de tus promesas. Lo fui, fui bastante estúpida.
Me prometí a mí misma no volver hacerme daño con alguien que no mereciera la pena, y volví a fracasar. Fallé, porque creí en el amor, creí que realmente existía y creí que existía contigo. Pero como siempre fallé.
Cuando te ocurra lo mismo a ti, te acordarás de mí, recordarás todo lo que te dijeron tus amigos, de que no jugarás conmigo, de que no me hicieras daño. Lo recordarás, y me entenderás, porque hasta que no se experimente la misma medicina no se deja de ser tan estúpido con los corazones de la gente.

Quizás no todos estamos destinados a ser felices con una persona, quizás nuestra otra mitad se haya cansado de luchar y nos haya abandonado.
También está la posibilidad de que detrás de cada palo, un día sin avisar, llegue, que derrumbe las murallas de tu corazón y lea las advertencias que tienes puesta. Y las cumpla.
Pero ahora, lo único que queda es encerrarte en ti misma, ser fría y distante con los demás, y esperar a que eso ocurra.
No será fácil, pero después de tanto daño, es lo que toca. Desde luego si no quieres seguir sufriendo por tíos que juegan con los sentimientos verdaderos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario